Novela escrita entre dos luces, en el umbral, enlazando la distorsionada realidad de todos los días y el aislamiento mental más intenso.
La crónica de una soledad compartida con fantasmas, con hombres y mujeres que sólo viven en la mente.
El leit motiv: la persecución absurda del lobizón, símbolo si los hay de otros fantasmas y de otras voces interiores más exasperantes todavía.
El lobizón, las amenazas latentes de un pueblo lleno de temores insondables que proceden del hecho terrible de que quizás ya no que nada con vida, o que sólo exista la vida en algún recóndito lugar de la conciencia.
Como en la mente de un dios sonámbulo y neurótico.
Un viajero sin nombre emprende la aventura de cazar al lobizón imposible, apremiado por los habitantes de este pueblo fantasma.
Un hombre solo y taciturno que reniega de la condición humana y que satura todos sus instantes con la materia gris del pensamiento.
Novela breve que presenta el estado más extremo de la misantropía y de la soledad de un hombre frustrado y lleno de afanes de venganza, quien repasa a lo largo de la narración un cúmulo de.
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